Nueva Zelanda ha lanzado un marco de confianza para la identidad digital, un paso crucial hacia la transformación digital del país.
KYB eficaz para mejorar las transacciones entre empresas
En la relación que se establece entre dos empresas (o B2B, Business to Business) es esencial aplicar los protocolos de verificación conocidos como KYB (Know your business).
Este procedimiento certifica el estado actual de la empresa y si cumple con todos los estándares legales en relación a las leyes contra el blanqueo de capitales o financiación de actividades delictivas. También es un mecanismo para prevenir prácticas comerciales fraudulentas y operativas corruptas.
Estos procesos de verificación tienen similitudes con los conocidos KYC (Know Your Customer) pero exigen una complejidad mayor. Las comprobaciones KYC tienden a ser análisis básicos de la identidad de una persona a través de datos clave como el domicilio, las nóminas o los documentos de identidad, enfocados a evaluar el nivel de riesgo para acceder a un servicio, abrir una cuenta bancaria, etc. El protocolo KYB, en cambio, puede llegar a ser un proceso largo y costoso que implique el examen exhaustivo de muchísimos datos que no siempre son de dominio público. Se trata de profundizar en la estructura corporativa para conocer con exactitud el estado financiero o quiénes son los beneficiarios finales (Ultimate Beneficiary Owner o UBO, por sus siglas en inglés). Además, todo el proceso KYB puede implicar también multitud de pequeñas comprobaciones KYC.
KYB, Know your business: más que recabar datos
Una estrategia KYB eficaz debe ser capaz de chequear desde la información más básica de la empresa como el nombre legal, fecha de registro o vías de contacto, número de empleados o campo de actividad, hasta datos referentes a su fiscalidad o propiedad de bienes muebles e inmuebles. También ahondará en la existencia o no de litigios abiertos; cuál es la causa, quiénes son los implicados, a cuánto ascienden las cantidades que se reclaman si las hubiere, así como en las deudas a terceros o con la hacienda pública. Desde el órgano de dirección hasta los accionistas deberán ser sometidos a escrutinio, con el fin de conocer todo el organigrama de la corporación antes de comenzar la relación contractual y llevar a cabo la transacción.
Lograr una buena calificación KYB implica importantes beneficios para las compañías. Evitaremos hacer negocios con sociedades fantasma o que no cumplen con toda la regulación en materia de AML (Anti Money Laundering) y, en definitiva, será clave para asegurar la reputación y la credibilidad de todas las partes. Identificar correctamente a los negocios con los que se inicia una transacción es vital para reducir los riesgos, pero también, en último término, para atraer nuevos contactos comerciales.
Onboarding digital de empresas tan riguroso como el de personas físicas
No todas las empresas están familiarizadas con estas estrategias y, en un momento como el que vivimos, con un notable crecimiento del ecosistema digital, todavía hay margen de mejora en materia de B2B. Las compañías, en especial las entidades financieras, suelen redoblar esfuerzos en proveer un onboarding a sus nuevos usuarios fluido y digitalizado. En cambio, el proceso de onboarding de una nueva compañía suele estar lleno de obstáculos. Asimismo, los pagos electrónicos con clientes particulares están más que generalizados, pero no así entre empresas. Existe la tecnología necesaria y una madurez fraguada en las relaciones empresa – usuario que hay que trasladar al B2B. Cuidar las relaciones entre compañías desde el primer momento con sistemas KYB eficientes agilizaría las operaciones y favorecería la expansión.
Las compañías deberían apoyarse en entidades cualificadas que pongan la más avanzada tecnología al servicio de una estrategia KYB ágil y segura, como es el caso de TrustCloud, que convierte los largos procedimientos de onboarding corporativos en flujos de trabajo completamente automáticos. TrustCloud KYB verifica la información completa de una empresa, cotejando amplias bases de datos gracias a la inteligencia artificial; mejora la transparencia y ofrece una experiencia de confianza durante toda la verificación permitiendo agilizar incluso el bastanteo de poderes. El onboarding de empresas también puede ser un proceso ágil en el que dar de alta nuevos clientes en apenas unas pocas horas.