Identidad Digital en América Latina: E-Cédula de Panamá vs. QuarkID de Argentina

Dos nuevos proyectos de identidad digital en América Latina: la e-cédula en Panamá y el sistema basado en Identidad Auto-soberana (Self Sovereign Identity, SSI) de Argentina, denominado QuarkID, representan visiones opuestas sobre la gestión de identidad digital: los riesgos de la centralización contra los beneficios de la descentralización y el control ciudadano.

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a implementación de sistemas de identidad digital puede representar tanto un avance en la eficiencia de los servicios públicos como un riesgo significativo para las libertades individuales, dependiendo del enfoque con el que se gestione. Un sistema de identidad centralizado, como el de la «e-cédula» en Panamá, otorga a un único ente gubernamental el control total sobre los datos personales de los ciudadanos. Este poder centralizado puede amenazar la privacidad y la autonomía, exponiendo a los ciudadanos a riesgos de abuso de poder y a potenciales brechas de seguridad en las que toda la información personal se vea comprometida. 

En contraste, el enfoque de identidad auto-soberana (SSI) adoptado por Argentina a través de QuarkID promueve un sistema descentralizado que protege las libertades individuales al otorgar a cada persona el control sobre su propia información.  

En un contexto de creciente vigilancia digital, la descentralización no solo asegura que la identidad esté en manos de cada usuario, sino que también reduce los riesgos de seguridad, al distribuir la responsabilidad en la red en lugar de concentrarla en una única entidad. La elección entre un sistema centralizado y uno basado en SSI no es solo una cuestión técnica, sino una decisión crítica sobre la defensa de las libertades y los derechos digitales de los ciudadanos. 

Desgranamos los detalles y expectativas de estos dos importantes proyectos. 

La E-Cédula de Panamá: un sistema gestionado por el Tribunal Electoral 

La e-cédula en Panamá se ha presentado como una herramienta moderna para la identificación de ciudadanos, integrando un sistema de identificación digital con la intención de facilitar trámites gubernamentales y mejorar el acceso a servicios públicos.  

La cédula digital está disponible a través de una aplicación móvil, inicialmente solo para dispositivos con Android. Para utilizarla, los usuarios deben cumplir con procesos de verificación biométrica facial y una prueba de vida. La aplicación incluye una funcionalidad de seguridad que impide realizar capturas o grabaciones de pantalla para evitar la clonación del documento. 

Sin embargo, su enfoque centralizado plantea serias preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos. El control total de la información personal por parte de un único ente gubernamental puede convertirse en un arma de doble filo, donde la eficiencia en la gestión de datos choca con el riesgo de abuso de poder. 

El sistema de identidad digital propuesto en Panamá está bajo la supervisión del Tribunal Electoral, que también se encarga de emitir las cédulas de identidad nacional. 

El Tribunal Electoral de Panamá (TE) es el organismo encargado de regular y supervisar los procesos electorales en el país. Su misión principal es garantizar la transparencia, equidad y legalidad en la celebración de elecciones, así como otros actos de participación ciudadana. Entre sus funciones, se incluyen la organización de las elecciones generales, la administración del registro electoral y la supervisión de los partidos políticos y su financiación. 

Además, es el responsable de la emisión de documentos de identidad, como las cédulas de identidad nacional. En años recientes, ha introducido iniciativas para modernizar su infraestructura y servicios, buscando adaptarse a las necesidades de una ciudadanía cada vez más digitalizada, por lo que su papel es fundamental en el proyecto de la e-cédula. 

No hay datos en las noticias publicadas al respecto que indiquen que el proyecto descentraliza los datos. Esta centralización de funciones es una bandera roja que sugiere un alto riesgo de vulnerabilidad y abuso de poder. 

La centralización de datos identitarios no solo hace a los ciudadanos más vulnerables a las brechas de seguridad, sino que también puede conducir a un monitoreo excesivo y a la posible manipulación de la información. La falta de autonomía de los individuos sobre sus datos pone en tela de juicio los principios fundamentales de la privacidad y el consentimiento informado. Además, un solo punto de fallo puede tener consecuencias devastadoras: un ataque cibernético a la entidad encargada podría comprometer la identidad de millones de panameños, exponiéndolos a fraudes y otros delitos. 

Con estas preocupaciones en mente, la necesidad de un enfoque alternativo es evidente. 

QuarkID: un enfoque descentralizado para la Identidad Digital en Argentina 

Frente a los desafíos que presentan los sistemas centralizados como la e-cédula de Panamá, Argentina ha desarrollado el sistema QuarkID, un innovador protocolo de identidad digital basado en el principio de auto-soberanía.  

La identidad auto-soberana (Self-sovereign identity, SSI) es un término utilizado para describir el movimiento digital que reconoce que un individuo debe poseer y controlar su identidad sin la intervención de autoridades administrativas. La SSI permite a las personas interactuar en el mundo digital con la misma libertad y confianza que en el mundo físico. 

La iniciativa QuarkID, impulsada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA), busca empoderar a los individuos, devolviéndoles el control sobre su información personal y garantizando su privacidad. El GCBA se convierte así, según la cuenta de X oficial de QuarkID, en el primer gobierno del mundo en incorporar blockchain a su sistema de identidad digital. 

El sistema QuarkID argentina es un innovador modelo de identidad auto-soberana (SSI), implementado principalmente en Buenos Aires como parte de la plataforma digital miBA.  

miBA: plataforma digital integral para Buenos Aires 

miBA es una aplicación desarrollada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que permite a los ciudadanos acceder a una plataforma personalizada para gestionar diversos trámites y servicios. La app facilita tareas como la modificación de datos personales, la consulta del estado de gestiones y la validación de identidad. Además de permitir la gestión de trámites, miBA incluye funcionalidades como recordatorios de vencimientos y una comunicación fluida entre diferentes áreas del gobierno, lo que busca mejorar la experiencia del usuario al reducir tiempos de espera y simplificar procesos administrativos. 

El sistema QuarkID, que arrancó oficialmente en octubre de 2024, da a sus más de 3.6 millones de usuarios un control seguro y directo sobre sus documentos personales en un entorno descentralizado. 

QuarkID se integra como una opción de acceso seguro a documentos y servicios municipales, ofreciendo más de 60 certificados digitales, como partidas de nacimiento o certificados fiscales, que los usuarios pueden ver, compartir y verificar sin revelar datos adicionales.  

La motivación detrás de QuarkID es clara: crear un nuevo paradigma en el que las transacciones digitales sean ágiles y seguras, permitiendo a los usuarios decidir dónde se aloja su información y quién tiene acceso a ella. En lugar de depender de entidades centralizadas que controlan y gestionan los datos, QuarkID propone un ecosistema digital basado en la confianza y la transparencia. La descentralización del control de identidad no solo reduce el riesgo de abuso, sino que también mejora la eficiencia en los trámites al eliminar la necesidad de presentar documentación física. 

El objetivo es facilitar un proceso en el que los individuos puedan autorizar a terceros a verificar su información a través de un canal seguro, generando una reducción significativa en los tiempos de espera y costos transaccionales para las organizaciones. Además, al fomentar la creación de identidades digitales por parte de las instituciones públicas y privadas, se espera que el ecosistema se expanda de manera autónoma y sostenible. 

Un programa de código abierto que se expandirá a otros territorios 

QuarkID es de código abierto, lo que facilita su adaptación a otras provincias y países interesados en implementar un sistema similar. La co-creación abierta es fundamental para su éxito, aprovechando las capacidades de emprendedores y desarrolladores locales en tecnologías como blockchain y pruebas de conocimiento cero. Estos avances tecnológicos no solo respaldan la seguridad del sistema, sino que también abren nuevas puertas para la innovación en el ámbito de la identidad digital. 

El proyecto QuarkID fue reconocido en septiembre por la Alianza de Bienes Públicos Digitales (Digital Public Goods Alliance) como Bien Público Digital, uniéndose así otros relevantes proyectos de código abierto y constituyendo el primer protocolo de identidad digital 100 % descentralizado que alcanza este reconocimiento. 

La descentralización y la eliminación de estructuras burocráticas que limitan la libertad personal son valores que el gobierno argentino defiende y promueve en todas las esferas de la sociedad. QuarkID fomenta un entorno de innovación y competencia, valores que son pilares fundamentales para transformar la economía argentina.   

Alternativas seguras y democráticas en el campo de la identidad digital

La comparación entre la e-cédula de Panamá y QuarkID pone de relieve una decisión crítica en la era digital: encontrar el equilibrio entre la eficiencia en la gestión de identidades y la protección de las libertades individuales. 

QuarkID representa una alternativa más segura y democrática, donde el control sobre la identidad recae en el individuo. En un mundo cada vez más interconectado, donde los datos personales son una mercancía valiosa, mantener el control sobre nuestra identidad debe considerarse un derecho fundamental. Adoptar sistemas descentralizados como QuarkID no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también contribuye a un entorno digital más seguro y confiable.  

Es vital que seamos críticos y estemos bien informados sobre los sistemas de identidad digital que adoptamos y que cualquier decisión sobre los mismos sea revocable. 

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