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La verificación de la identidad automatizada en las transacciones digitales seguras
Es algo increíble pensar el giro inesperado que ha dado el mundo de las transacciones digitales y la aceleración de la digitalización de los procesos cotidianos como consecuencia del Coronavirus. Es el caso, por ejemplo, de la verificación de identidad de los consumidores o usuarios en procesos de onboarding digital, venta a plazos de productos o servicios, contratación de productos financieros, acceso a páginas web de juego online y un largo etcétera de situaciones que requieren conocer quién está al otro lado.
Anteriormente las verificaciones de identidad solían hacerse en persona en un lugar físico (oficina o sucursal). Era un responsable de la entidad o compañía quién se encargaba de revisar todos los documentos, hacer preguntas o revisar registros, y luego llevaba a cabo una evaluación del posible fraude de identidad de la persona a la que había identificado. Afortunadamente la tecnología ha entrado en escena, permitiendo la verificación de la identidad digital a gran escala, a gran velocidad y desde el móvil para la comodidad de los usuarios y empleados. Estos procesos de verificación digitales permiten la comprobación de la identidad a distancia mediante la toma de fotografías y/o grabación de la sesión, permitiendo que los servicios financieros, los mercados, el comercio electrónico y otras transacciones cumplan con los requisitos necesarios de cumplimiento, seguridad y confianza en línea para identificar a sus clientes.
Sin embargo, aunque la tecnología apoya la automatización de la verificación de la identidad de los servicios digitales, muchas organizaciones todavía no han hecho el cambio. ¿Por qué? En el caso de estas organizaciones, es posible que no se considere el coste de las verificaciones manuales, puesto que ya están pagando al personal que realiza la tarea. Pero ¿conocen estas empresas los verdaderos costes de la ejecución de las verificaciones de identidad manuales? ¿Saben cuán eficaces o seguros son sus procesos actuales, o cuánto podrían mejorar sus operaciones introduciendo la verificación de la identidad digital automatizada?
Coste 1: El factor humano
A menudo, el coste más alto para una empresa son los recursos humanos: los salarios y otros costes asociados para encontrar, capacitar y retener al personal valioso. Si su organización utiliza verificaciones manuales, tendrá que considerar el tiempo necesario para que un empleado realice esa verificación como un coste directo. Si bien es posible que los salarios de ese empleado ya estén contabilizados, el tiempo dedicado a los procesos manuales es tiempo que se quita a otras prioridades.
Especialmente si el empleado está altamente capacitado en asuntos de cumplimiento, emplearlo en ejecutar verificaciones no es hacer uso pleno de sus conocimientos y talentos. En cualquier caso, la verificación manual es una tarea aburrida y tediosa que frustra a los perfiles más altos que sin embargo son en muchas ocasiones los que llevan a cabo este proceso por lo delicado de su resultado.
Coste 2: El error humano, el gran peligro para las instituciones
Las herramientas automatizadas pueden realizar tareas sin descanso, sin cansarse o ser propensas a errores. No se puede decir lo mismo de las personas. Las verificaciones manuales implican la introducción manual de datos, lo que potencialmente introduce errores en el proceso. Los errores pueden causar falsos rechazos en las verificaciones, lo que significa que hay que volver a introducir los datos, que hay que readquirir la información o que las cuentas se rechazan directamente. Cualquiera de estos resultados puede conducir a un aumento de los costes, una mala experiencia del cliente o una pérdida de ingresos.
Estos errores pueden propagarse a través del sistema. Tal vez alguien que debería haber sido rechazado como delincuente de blanqueo de capitales consiga abrir una cuenta. O, un rastro de auditoría se vuelve difícil de resolver, porque los datos son imprecisos. Una vez más, los resultados pueden ser costes más altos, sobre todo si se reparten multas. También existe el riesgo de daños a la reputación, que es difícil de cuantificar, pero puede ser significativo.
Coste 3: El abandono
En el actual mundo online y móvil, la gente se ha acostumbrado a la gratificación instantánea. Pueden conseguir un paquete de Amazon llegue en el mismo día o abrir una cuenta para un nuevo servicio en pocos minutos.
El hecho de tener que desplazarse físicamente a un lugar es un gran impedimento para los procesos de alta o contratación, especialmente cuando una alternativa está a un clic de distancia. Los procesos de verificación manual no están construidos para las realidades del entorno empresarial actual, y mucho menos para las oportunidades futuras.
Los procesos de verificación de identidad digital permiten la adquisición de clientes a través de canales en línea como sitios web o aplicaciones. Los negocios no se limitan al horario de la tienda o a la ubicación geográfica. Para cualquier empresa que quiera aumentar sus operaciones en internet, garantizar que se ha puesto en marcha un proceso de verificación automatizado online eficaz es una pieza fundamental de sus procesos digitales.
También es imperativo que el proceso de verificación sea perfecto y relativamente rápido desde el punto de vista del usuario. Si la ejecución de una transacción online es demasiado lenta, hace demasiadas preguntas o es problemática por cualquier otro motivo, el cliente a menudo abandonará y se pasará a la competencia.
Un proveedor de verificación de identidad es necesario
Si bien las verificaciones manuales son perjudiciales para los procesos digitales, ¿significa esto que la respuesta es crear su propio sistema de verificación automatizado? Se necesitaría encontrar, examinar, integrar y gestionar múltiples fuentes de datos para adquirir la información de identidad necesaria para compararlas. Sería necesario crear un conjunto de tecnología que pueda verificar rápidamente múltiples campos de datos contra múltiples fuentes de datos, a menudo con información dispar. También requeriría implementar protocolos de seguridad y privacidad extremadamente altos para proteger la valiosa información de identificación personal (PII, en inglés Personally Identifiable Information) que procesa.
Afortunadamente, existen en el mercado proveedores de verificación de identidad que se especializan en este área y llevan a cabo todos los procesos. Por lo tanto, sólo es cuestión de integrarse con el proveedor de servicios idóneo y comenzar a automatizar sus verificaciones de identidad.
Un negocio global
Hoy en día, los consumidores pueden estar al otro lado del mundo o al otro lado de la calle. Por eso, cuando se elige un proveedor de verificación de identidad, una consideración importante debe ser la cobertura del país. ¿Puede el proveedor verificar a los clientes de todo el mundo? Aunque su organización no esté recibiendo clientes de un país concreto ahora, cualquier expansión internacional no debe verse frenada por el requisito de encontrar e integrar un nuevo servicio de identidad.
No se trata simplemente de «tener cobertura». Se trata más bien de obtener la calidad de los datos y controlar la jurisdicción de los mismos para realizar las comprobaciones de identidad adecuadas a la velocidad y la escala que se requiera.
La confianza es la máxima prioridad
La verificación de la identidad es necesaria al llevar a cabo operaciones sensibles, como es la apertura de una cuenta bancaria, por ejemplo. Ahora, con muchos clientes remotos, las verificaciones de identidad son vitales para muchos negocios que quieren saber con quién están tratando y la confianza se convierte en un factor crítico.
Los seres humanos estamos compuestos por un sistema emocional propio y único. Pero hay algo en lo que coincidimos todos, y es en la necesidad de sentir confianza en todo lo que hacemos porque, de lo contrario, no lo llevamos a cabo. Esta necesidad de vital importancia se transmite al mundo de las transacciones digitales seguras especialmente, ya que son las relacionadas con los procesos de contratación. De hecho, todos sabemos aquello de “con el dinero no se juega”, y es que cuando estamos tratando con asuntos financieros, la confianza tiene que ser extrema.
Conscientes de esta situación, los proveedores de servicios digitales se encuentran ante un compromiso evidente: asegurar la confianza de los usuarios y de las instituciones financieras en las transacciones digitales en las que participan especialmente durante la verificación de identidad.
Tanto la entidad o corporación, como el cliente, ambas partes necesitan sentirse seguras. Unos, las empresas, de que el cliente es quién dice ser, y evitar así el fraude. Los otros, los clientes, de que están protegidos y seguros a la hora de aportar datos ya sean personales o económicos. ¿Cómo se consigue una confianza entre las dos partes? Gracias a una tercera parte de confianza, ajena a ambas, y que hace de nexo seguro de unión: un proveedor integral de transacciones digitales seguras con capacidad de verificar identidades de cualquier parte del mundo.