Nueva Zelanda ha lanzado un marco de confianza para la identidad digital, un paso crucial hacia la transformación digital del país.
La identificación biométrica. La solución al fraude online en las transacciones digitales seguras
Evitar los ataques de los bots sin perjudicar al usuario es el gran reto para la verificación de identidad.
El consumo de los servicios digitales ha aumentado de forma exponencial en los últimos años, hasta el punto posibilitar todo tipo de transacciones a través de Internet. Como consecuencia del incremento de la demanda surgen los nuevos métodos de fraude que usan los ciberdelincuentes: Los bots automatizados masivos.
Bot es la abreviatura de robot, y se aplica a los programas informáticos autónomos que son capaces de llevar a cabo tareas concretas imitando el comportamiento humano.
Estos nuevos ataques colectivos, actúan contra las cuentas de las empresas para obtener los datos de identidad o tarjetas de crédito, que serán utilizados para cometer el delito como crear una cuenta bancaria, blanquear dinero o pedir un crédito. Además, también han crecido los ataques a las Redes de consumo del hogar, donde los delincuentes encuentran muchas facilidades para acceder a los datos del usuario como nombre, teléfono o correo electrónico.
La solución a estos nuevos modelos de ataque se encuentra en un buen sistema de identificación electrónica. Un mecanismo que sea capaz de identificar que el usuario es real. El uso de tecnología antifraude extremadamente compleja será perjudicial porque la empresa correrá el riesgo de abandono por parte del cliente en caso de que la usabilidad de la transacción sea complicada. O, en el caso de no ser precisa la tecnología, podría llegar a considerar como fraudulenta una identidad que en realidad es legítima y hacer perder negocio a la compañía.
Por lo tanto, la solución para evitar este tipo de delitos es el desarrollo de un buen sistema de identificación electrónica precisa y fácil de usar, y es aquí donde entra la identificación biométrica y del comportamiento, que además de los aspectos físicos, tiene en cuenta los patrones de comportamiento del usuario. Es decir, el sistema capta posibles anomalías en el comportamiento del usuario mientras está realizando una transacción digital y detecta en tiempo real si es un humano o un bot automatizado quién está intentando acceder al sistema.
Esta tecnología permite la verificación y autenticación de la identidad del usuario a través de dos métodos:
- Tecnología biométrica basada en rasgos físicos, es decir, huellas dactilares, patrones faciales, venas de la mano, retina, iris, voz, geometrías de la palma de la mano, etc. Por medio de un simple selfie del usuario o la captura de la voz, se extrae un patrón que se utilizará para el acceso de usuario.
- Tecnología biométrica basada en el comportamiento del usuario, que se centra en las veces al día que accede a la cuenta, el tipo de dispositivo o la ubicación habitual desde donde se realizan las transacciones.
Los nuevos métodos de ciberseguridad son las herramientas que han de utilizar las empresas para poner frenos a las amenazas de fraude online. Implementar los mejores servicios de confianza en sus transacciones digitales seguras será la base del éxito en sus transacciones digitales siempre y cuando los procesos sean también amigables para los usuarios.