Nueva Zelanda ha lanzado un marco de confianza para la identidad digital, un paso crucial hacia la transformación digital del país.
Qué son los documentos estructurados, semiestructurados y no estructurados
Los distintos tipos de documento, desde facturas a historiales médicos, se estructuran de diversos modos que conviene conocer para aplicar las tecnologías de análisis correctas, aplicar reglas de negocio y tomar decisiones.
L
a estructura juega un papel fundamental en cómo almacenamos, procesamos y analizamos la información. Los documentos, como unidades básicas de información, pueden clasificarse en tres categorías principales según su nivel de estructura: estructurados, semiestructurados y no estructurados.
Documentos estructurados
Los documentos estructurados tienen un esquema específico y definido, en la que todos los elementos de información se organizan uniformemente. Cada campo o dato está ubicado en un lugar predefinido y sigue un formato estándar, lo que facilita su procesamiento y validación automática.
Ejemplos
- Pasaportes: Los pasaportes son un claro ejemplo de documentos estructurados. Cada campo de información (nombre, fecha de nacimiento, nacionalidad, número de pasaporte, etc.) tiene una posición y formato específicos, lo que permite una fácil verificación y autenticación tanto manual como automatizada.
- Documentos de identidad oficiales: Este tipo de documentos, como las cédulas de identidad o los DNI, siguen un diseño estandarizado con campos claramente definidos para nombre, dirección, número de identificación, fotografía, etc.
- Carnets de conducir: Similar a los pasaportes y documentos de identidad, los carnets de conducir están estructurados con campos predefinidos para la información personal del titular y detalles como la categoría de su licencia.
- Formularios de impuestos: Declaraciones fiscales que requieren información específica en campos predefinidos, como el Formulario 1040 en EE. UU. o el Modelo 100 en España.
En sectores como gobiernos, seguridad y transporte, la utilización de documentos estructurados es vital para garantizar la precisión y la autenticidad de la información. Esto permite procesos de identificación y verificación eficientes, reduce el riesgo de fraude y facilita la interoperabilidad entre diferentes sistemas nacionales e internacionales.
Documentos semiestructurados
Este grupo presenta una estructura parcial, donde ciertos elementos son consistentes y definidos, pero otros datos pueden variar en posición y formato. Aunque tienen etiquetas o metadatos que organizan la información, no todos los campos siguen un orden rígido, lo que les otorga cierta flexibilidad.
Ejemplos
- Nóminas: Las nóminas suelen tener un formato predefinido con secciones claras como nombre del empleado, salario bruto, deducciones y salario neto. Sin embargo, los datos pueden variar dependiendo del empleado o del mes, y la disposición de algunas secciones puede cambiar según la empresa o el país.
- Facturas: Las facturas contienen elementos comunes como la fecha, el número de factura, la descripción de los productos o servicios, el importe total y los datos del emisor y receptor. A pesar de ello, el formato y la ubicación de estos elementos pueden variar entre diferentes empresas o sistemas de facturación.
- Recibos de compra: Al igual que las facturas, los recibos de compra incluyen información estándar como el importe total, los detalles de los artículos comprados, y la fecha de la transacción. Sin embargo, la disposición de esta información puede no ser uniforme.
- Órdenes de compra: Documentos que incluyen información sobre productos o servicios adquiridos, con un formato que puede variar según el proveedor pero que sigue ciertas reglas comunes (número de orden, fecha, descripción del producto, etc.).
- Currículums Vitae (CV): Aunque suelen seguir un formato general con secciones como experiencia laboral, educación y habilidades, la estructura puede variar considerablemente entre individuos o sectores.
Documentos desestructurados
Como su propio nombre indica, carecen de un formato o estructura predefinida. La información en estos documentos puede estar dispersa y no seguir un patrón específico, lo que hace que su análisis automático sea más complejo y, a menudo, requiere el uso de tecnologías avanzadas para la extracción de datos.
Ejemplos
- Extractos bancarios: Aunque los extractos bancarios incluyen información clave como saldos, transacciones y fechas, la presentación de estos datos puede variar ampliamente, sin un formato uniforme que facilite su procesamiento automatizado.
- Solicitudes y poderes notariales: Estos documentos legales a menudo contienen texto en lenguaje natural sin un formato fijo, lo que puede incluir desde simples peticiones hasta complejas autorizaciones legales, cada uno con su propio estilo y disposición.
- Correos electrónicos: Aunque algunos metadatos como remitente, destinatario y asunto están definidos, el cuerpo del mensaje es libre y puede variar mucho.
- Contratos legales: Los términos y condiciones pueden estar organizados en párrafos y secciones, pero el lenguaje y la estructura varían ampliamente dependiendo del tipo de contrato y las partes involucradas.
- Artículos de investigación: Aunque tienen una estructura básica en términos de secciones (introducción, metodología, resultados, discusión), el contenido textual y los detalles varían significativamente.
En sectores como banca, finanzas, y derecho, los documentos desestructurados son comunes y presentan desafíos únicos. El manejo de estos documentos requiere un enfoque cuidadoso, a menudo apoyado por herramientas de análisis avanzadas como el procesamiento de lenguaje natural (NLP) o la inteligencia artificial (IA) para extraer y analizar la información relevante. La correcta gestión de estos documentos es crucial para mantener la integridad de la información y asegurar el cumplimiento de normativas.
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