Los procesadores de pagos son entidades que facilitan las transacciones electrónicas. Su crecimiento implica la necesidad de aplicar exigentes normativas.
La verificación de identidad online, respaldada por tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial y la biometría, fortalece la protección de datos personales.
La digitalización del sector bancario facilita la vida de los ciudadanos, pero exige que las entidades redoblen esfuerzos en materia de KYC y compliance.