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Que Nadie Quede Atrás: Cómo lograr que las identidades digitales no acentúen la desigualdad

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TrustCloud | Que Nadie Quede Atrás: Cómo lograr que las identidades digitales no acentúen la desigualdad

La falta de identidad digital no solo representa una barrera para acceder a servicios esenciales y oportunidades económicas, sino que también puede perpetuar y profundizar las desigualdades existentes en la sociedad, ya que todo tipo de empresas se apoya cada vez más en entornos virtuales.   

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bordar la brecha digital requiere un enfoque integral que tenga en cuenta los diversos factores que contribuyen a ella y que busque soluciones inclusivas y equitativas para garantizar que nadie quede atrás en la era digital. 

La exclusión digital: una realidad para muchos 

Millones de personas en todo el mundo carecen de las herramientas y habilidades necesarias para navegar por el mundo digital. Aquellos que no tienen acceso a una identidad digital pueden encontrarse al margen de la sociedad moderna, donde gran parte de la vida cotidiana, incluyendo trámites gubernamentales, transacciones financieras, altas en servicios públicos, comunicaciones y acceso a información, se lleva a cabo en línea. 

No hay que subestimar las consecuencias de esta exclusión, que puede limitar las oportunidades de desarrollo laboral, perpetuar la pobreza, aislar a personas que no posean una red familiar sólida o impedir el acceso a la educación. 

Además, la falta de identidad digital puede aumentar la vulnerabilidad de las personas a la explotación y el fraude. Sin una forma segura de verificar su identidad en línea, las personas pueden ser blanco fácil para estafadores que se aprovechan de su situación. Esto es especialmente preocupante dado el creciente número de transacciones financieras y comunicaciones personales que se realizan en línea. 

Los factores subyacentes que contribuyen a la brecha digital son diversos y complejos:  

  • Pobreza. Muchas personas simplemente no pueden pagar los dispositivos y la conectividad necesarios para acceder a Internet.  
  • Educación. Aquellos que no han recibido capacitación en alfabetización digital pueden sentirse intimidados o confundidos por la tecnología. 
  • Ubicación. Las áreas rurales y remotas a menudo carecen de las infraestructuras adecuadas.  
  • Discriminación. Ya sea por motivos de género, raza, edad u otras características, las diferencias entre ciudadanos puede poner en peligro el acceso igualitario a recursos y oportunidades, ya que ciertas tecnologías (por ejemplo, de reconocimiento facial) actúan en base a sesgos injustos. 

La brecha digital en cifras 

Los números hablan por sí solos. Según el Banco Mundial, en 2022, 2.700 millones de personas aún no tenían acceso a Internet, lo que representa el 37% de la población mundial. De ellos, 1.300 millones viven en zonas rurales, donde la conectividad es limitada o inexistente. 

Además, incluso entre aquellos que tienen acceso a Internet, muchos carecen de las habilidades digitales necesarias para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el mundo online. Un estudio de la OCDE de 2020 encontró que el 42% de los adultos en países desarrollados no tiene las habilidades digitales básicas para realizar tareas como utilizar un navegador web o enviar un correo electrónico. 

Las consecuencias de la exclusión digital 

La falta de opciones seguras para crear identidades digitales tiene un enorme impacto en las personas y las sociedades. A nivel individual, puede limitar las oportunidades de educación, empleo y participación social. A nivel colectivo, puede obstaculizar el crecimiento económico, la innovación y el desarrollo social. 

Cerrar este hueco requiere un esfuerzo concertado de gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil. Algunas medidas clave que se pueden tomar incluyen: 

  • Invertir en infraestructura digital: Esto incluye ampliar el acceso a Internet, especialmente en zonas rurales y marginadas. 
  • Promover la alfabetización digital: Es fundamental proporcionar a las personas las habilidades que necesitan para usar Internet de manera segura y efectiva. 
  • Desarrollar soluciones tecnológicas inclusivas: Las tecnologías deben diseñarse teniendo en cuenta las necesidades de las personas con diferentes habilidades y capacidades. En este punto, TrustCloud trabaja intensamente para desarrollar soluciones que no dejen a nadie atrás, adaptadas a diversas realidades y circunstancias, en las que prime la sencillez y el respeto por la privacidad. Aprende más sobre nuestro compromiso con la inclusión de todas las personas aquí. 

La identidad digital como herramienta para la inclusión 

La identidad digital puede ser una herramienta poderosa para promover la inclusión social y económica. Al proporcionar a las personas una identidad digital segura y confiable, se les puede dar acceso a una amplia gama de servicios y oportunidades.  

Asimismo, la educación y la concienciación son clave para promover una cultura de uso responsable de la identidad digital. Las personas deben estar informadas sobre sus derechos y responsabilidades en relación con sus datos personales, así como sobre las medidas que pueden tomar para proteger su privacidad en línea. Además, es importante fomentar la transparencia y la rendición de cuentas en el manejo de la identidad digital, tanto por parte de las autoridades gubernamentales como de las empresas privadas que gestionan plataformas y servicios en línea. La clave es permitir que los usuarios tengan siempre la última palabra. 

En TrustCloud sostenemos esta idea en una sólida propuesta: Que Nadie Quede Atrás. Como hemos mencionado anteriormente, facilitamos a personas menos digitalizadas, con problemas de visión o auditivos o que no quieren renunciar a una atención cara a cara, el acceso a las soluciones de identidad digital más innovadoras (video identificación, firma, gestión de credenciales verificables, etc.) Nuestra tecnología incluye onboarding asistido, opciones de traducción en tiempo real o de acceso a servicios bancarios adaptados a clientes sénior. 

Todo esto no tendría sentido sin garantizar que la identidad digital se use de manera responsable y ética. Para ello, se deben establecer normas claras y se deben proteger los datos personales. Nos ajustamos a los marcos regulatorios más estrictos, y somos la plataforma de transacciones digitales más certificada a nivel global, lo que nos respalda nuestro compromiso con la seguridad y privacidad de la información de cada usuario. 

Un futuro más equitativo 

Cerrar la brecha digital es esencial para construir un futuro más justo, accesible e igualitario. Al garantizar que todos tengan acceso a la identidad digital y a la tecnología, podemos crear un mundo donde todos tengan la oportunidad de prosperar y que nadie quede atrás. 

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