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Inclusión financiera y digitalización

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La inclusión financiera es un concepto que puede resultarnos lejano o directamente desconocido, teniendo en cuenta nuestra posición de privilegio en el mapa. Sin embargo, la realidad es que millones de personas no tienen acceso a los servicios bancarios más básicos o, dicho de otra manera, no están «bancarizadas». Las empresas de este sector deben adquirir un compromiso con las personas que no pueden afrontar un problema de carácter financiero, pagar facturas o solicitar un crédito por el simple hecho de no tener una entidad a la que acudir.

En la lucha por construir un sistema financiero 100% inclusivo y eficiente, el Foro Económico Mundial publicó un documento en agosto de 2021 en el que explica los siete principios que vertebrarían una inclusión financiera integral: asequible y práctica. De este modo, no solo se ofrecería un servicio indispensable a la ciudadanía, sino que se generarían importantes beneficios adicionales a las instituciones bancarias.

Los siete principios de la inclusión financiera

1. El primero de los principios haría referencia al diseño de los productos y servicios, que debe estar enfocado a acercarlos al mayor número de personas posible. Para ello será necesaria una alfabetización digital previa que pasará por llevar equipos y conexión a Internet a las millones de personas que todavía no tienen acceso a la red. En el caso de áreas con tecnología obsoleta, se haría necesaria una renovación. Los sistemas deberán ser sencillos y contar con los últimos avances en seguridad, como base de una estrategia de alfabetización digital amplia y ambiciosa.

2. Otro de los factores esenciales en este camino a la inclusión financiera es la implementación de sistemas seguros y accesibles de identificación electrónica, partiendo de un compromiso de entidades y usuarios. Estos sistemas (huellas dactilares, contraseñas, etc.) asientan la confianza del cliente y blindan las transacciones, haciéndolas más eficientes.

3. Los sistemas de seguridad han de servirse de la identificación digital para lograr ser eficientes y competitivos; siendo sostenibles al mismo tiempo que ahorran costes. Este sería el siguiente principio. Aquellos que logren poner en marcha un servicio atractivo, de calidad y rentable, garantizando una sólida protección de datos que aleje las posibilidades de fraude, llegarán a posicionarse en los primeros puestos del mercado. La exigencia en este sentido reportará beneficios de forma patente, aunque la inversión deba ser mayor al inicio.

4. El cuarto paso buscaría integrar sistemas. Con el objetivo de reducir costes y perfeccionar la comunicación, la inclusión financiera pasará por trabajar en la eliminación de barreras y el desarrollo de sistemas que funcionen juntos a partir de códigos abiertos.

5. Para que los ciudadanos que transitan la vía de la inclusión financiera depositen sus ahorros en una entidad, esta tiene que ofrecer confianza desde el principio, y de una forma directa y veraz. Es su responsabilidad proteger al consumidor y abrirle la puerta a programas de educación financiera y adaptación digital.

6. La gestión de los datos, desde un punto de vista responsable, es el pilar sobre el que sostener una oferta adaptada a cada usuario. La estrategia debe basarse en una información convenientemente segmentada y analizada. El cliente debe sentir, por una parte, que cualquier dato que facilite para identificarse será tratado con confidencialidad y transparencia, y, por otro lado, que este tratamiento se hará en pro de facilitar su relación con la entidad, además de proveer un trato personalizado y flexible.

7. Gobiernos y empresas financieras deben adquirir un férreo compromiso para brindar la protección necesaria a individuos y organizaciones en materia de seguridad. Los primeros sirviéndose de su capacidad para legislar, y las segundas de su tecnología y conocimiento en el área. Lamentablemente, un avance mayúsculo como es la digitalización del sector bancario no solo facilita la vida al consumidor, sino que también facilita el camino hacia el fraude y las actividades delictivas, lo que requiere de una sólida regulación.

 

Autoridades y empresas financieras deben cerrar filas en torno a la inclusión financiera, utilizando todas sus capacidades. En este esperanzador proceso, todos los participantes salen ganando: desde el individuo que estaba fuera del sistema y puede acceder a una línea de crédito, a un asesoramiento personalizado o a planificar su futuro, hasta el comerciante que multiplica su potencial sirviéndose de las ventajas de la digitalización; pasando, como no, por las propias entidades, que aportan valor sostenible al mismo tiempo que obtienen un retorno positivo en forma de beneficios.

 

FUENTES

1. Microsoft se compromete a dar acceso a Internet a 40 millones de personas en África y Latinoamérica en 2022. EuropaPress. 08/10/2021

2. La alfabetización digital en los colegios, la llave de las oportunidades para generaciones futuras. Jesús Díaz | ABC. 23/10/2021

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