Nueva Zelanda ha lanzado un marco de confianza para la identidad digital, un paso crucial hacia la transformación digital del país.
Pig butchering scam: el fraude online que se alimenta de criptomonedas
“Sha Zhu Pan” (literalmente: despiece de cerdo) es el término con el que bautizaron en China a una estafa financiera aparecida en 2019, al albur de los mercados de criptodivisas. Más tarde, este fraude sería conocido globalmente por su traducción al inglés: pig butchering scam.
D
e entre todos los tipos de fraudes online que existen, el pig butchering scam es uno de los que se desarrolla más lentamente. Los estafadores se ganan la confianza de las víctimas a través de redes sociales o aplicaciones de citas y terminan convenciéndolas para que lleven a cabo inversiones con criptomonedas. A veces el proceso puede alargarse durante meses, hasta que consiguen ganarse la confianza y doblegar la conducta de la víctima. La denominación de la estafa es una analogía con la técnica de engorde de los cerdos, hasta que son sacrificados.
Ofreciendo jugosos negocios, y jugando con materiales tan delicados como el flirteo y los sentimientos, los estafadores logran que los “cerdos” depositen importantes cantidades de criptomoneda en plataformas que parecen legítimas, pero están controladas por los estafadores. Podríamos decir que los largos plazos, el uso de webs o aplicaciones de citas y el enfoque en el mercado de criptomonedas son las características que mejor definen el pig butchering scam.
Así es el proceso
La estafa suele comenzar con trucos sencillos de ingeniería social. Por ejemplo, localizar el número de teléfono de la víctima y enviarle un mensaje aparentemente por error. Una vez aclarado, el estafador aprovecha para entablar una conversación e ir introduciendo datos que denoten cierto estatus o posición financiera. Cuando se han ganado la confianza de la víctima comienza la fase definitiva: el “engorde” del cerdo.
Los defraudadores ofrecen a la víctima invertir juntos en una plataforma de criptomoneda. Al principio depositan pequeñas cantidades de dinero e incluso dan la oportunidad de retirar ganancias. Todos esos depósitos realmente se desvían a cuentas de los estafadores, que fuerzan la situación para que las cantidades sean cada vez mayores. Si la víctima desea dejar de hacer transacciones o pide retirar todo el dinero, la falsa plataforma informará de grandes comisiones o farragosos trámites. Al final, todo el dinero desaparecerá sin dejar rastro.
Un oscuro negocio
Hay que considerar que muchas veces los delincuentes son también víctimas. Especialmente en Asia, las “granjas de scammers” han crecido de forma dramática en los últimos 3 años. Organizaciones criminales reclutan personas vulnerables, con grandes deudas o situaciones familiares difíciles, para llevar a cabo estas actividades. Ofrecen empleos a través de ofertas falsas convirtiéndolas en su brazo armado. Los nuevos “trabajadores” son forzados a llevar a cabo intensas campañas de pig butchering y, si no consiguen ciertos objetivos económicos, son golpeados o amenazados con tomar represalias contra su familia.
Cómo prevenirlo
Para mitigar las consecuencias del pig butchering scam y luchar contra la estructura criminal que lo sostiene, los usuarios deben ser más precavidos y responsables que nunca. Algunos consejos podrían incluir:
- Nunca contestar a mensajes o emails de desconocidos con apariencia de haberse equivocado. En caso de comenzar una conversación, sospechar si el comportamiento se vuelve demasiado intenso o comprometido en poco tiempo.
- No instalar aplicaciones de inversión o trading sin referencias, solo porque un desconocido nos lo haya recomendado.
- No invertir con criptomoneda sin un conocimiento claro de su funcionamiento, y sin haber investigado personalmente.
- Utilizar contraseñas seguras y métodos multifactor para las cuentas de correo electrónico y los dispositivos móviles, así como softwares de ciberseguridad contrastados.
Si se da el caso de que un usuario se ve inmerso en el proceso, hay ciertas claves que pueden ayudarlo a abandonar antes de que sea demasiado tarde.
- Sospechar si el desconocido solicita ingresos en cuentas personales o se ofrece a explicar el funcionamiento de la plataforma de inversión.
- Comprobar que la plataforma o cualquier enlace que el scammer envíe son legítimos.
- Sospechar de ciertas banderas rojas como retornos de inversión excesivos o alertas del antivirus sobre la aplicación o plataforma de inversión.
- No aceptar el pago de comisiones por retirar dinero.
- Si el desconocido desaparece por largos periodos de tiempo o borra sus cuentas en redes sociales, es una señal de que algo no va bien. En ese caso, congelar cualquier actividad y denunciar a las autoridades.
En cualquier caso, la responsabilidad de mitigar las nefastas consecuencias de este delito no debe recaer solo en el usuario. Las redes sociales y apps de citas que sirven como soporte a los estafadores deben intensificar su compromiso con la protección de sus clientes. Como primer filtro antes de llegar a la víctima, las plataformas han de aplicar su conocimiento en materia KYC y considerar diversas medidas de seguridad adicionales:
- Autenticación de usuarios con varias capas de seguridad, que explote métodos biométricos o de video identificación.
- Políticas claras, comunicadas de manera efectiva a los usuarios disponibles públicamente, que prohíban la promoción de estafas y actividades fraudulentas.
- Detección automatizada, a través de tecnologías de detección automatizada, como algoritmos de aprendizaje automático, para identificar y filtrar contenido relacionado con estos fraudes. Estos sistemas pueden analizar publicaciones, anuncios y perfiles para detectar patrones sospechosos y tomar las medidas adecuadas.
- Informes de los usuarios. Las apps y redes sociales deben facilitar la denuncia de contenido fraudulento por parte de los propios usuarios, activando opciones claras para informar sobre publicaciones o perfiles sospechosos y un proceso de revisión eficiente para abordar esas denuncias.
Expansión imparable
Según datos facilitados por la Comisión Federal de Comercio (FTC, Federal Trade Commission), las estafas “románticas” son el uno de los tipos que más ha crecido en los últimos años. En concreto, los fraudes que implican criptomoneda implican el 19% del total de las estafas. Si atendemos al método a través del cual se desvía el dinero, las cripto ocuparían el primer lugar, con un 34%, seguido de las transferencias bancarias, con un 27%.
El pig butchering scam es una estafa con muchas aristas y que no deja de crecer, que además juega con sentimientos y vulnerabilidades, tanto de las víctimas de las redes de captación como de las víctimas finales. Atender a las banderas rojas y no invertir en mercados de criptodivisas sin un conocimiento profundo serán vías para evitar que los daños que produce este delito se amplifiquen.