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La corrupción campa a sus anchas en el sistema de identificación e-Tazkira de Afghanistán
El sistema de identificación digital de Afganistán, la e-Tazkira, concebido para modernizar el país y la mejorar la gobernanza, se ha convertido en un laberinto de ineficiencia, sobornos y costos excesivos, socavando la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
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a distribución de las Tarjetas Nacionales de Identidad Electrónicas (e-Tazkira) en todo Afganistán fue lanzada el 3 de mayo de 2018 por el presidente afgano Ashraf Ghani. Solo desde que los talibanes tomaron el poder en 2021, más de 8.2 millones de afganos han recibido su e-Tazkira (algo más de 12 millones en total). Sin embargo, detrás de esta cifra se esconde una realidad marcada por la suspensión frecuente de los servicios, la exigencia de pagos ilícitos y la constante escalada de precios. Esta situación no solo ha generado frustración entre la población, sino que también ha puesto en evidencia las fallas estructurales del sistema y la vulnerabilidad ante prácticas corruptas.
Obstáculos en el camino hacia la identidad digital
Uno de los principales desafíos que enfrentan los ciudadanos afganos al solicitar su e-Tazkira es el tiempo excesivo que deben esperar para recibir su documento. A pesar de completar los procedimientos biométricos y presentar toda la documentación requerida, muchos se ven obligados a esperar meses, incluso años, antes de obtener su identificación.
Estas prolongadas demoras generan una serie de inconvenientes para la población:
- Dificultad para acceder a servicios básicos: La falta de un documento de identidad válido impide a los ciudadanos acceder a servicios esenciales como la atención médica, la educación, la banca y la participación en procesos electorales.
- Limitaciones para la movilidad: En un país donde los desplazamientos internos son frecuentes, no contar con una e-Tazkira puede dificultar la movilidad y generar problemas legales.
- Vulnerabilidad: La falta de identificación oficial expone a las personas a mayores riesgos de exclusión social y discriminación.
Sobornos: la puerta trasera para obtener la e-Tazkira
Para hacer frente a las largas esperas y garantizar la obtención de su documento de identidad en un plazo razonable, muchos ciudadanos se ven obligados a recurrir a prácticas corruptas. Los sobornos se han convertido en una práctica común para acelerar los trámites y evitar retrasos innecesarios.
La exigencia de pagos ilícitos para obtener la e-Tazkira tiene graves consecuencias:
- Perpetuación de la corrupción: La demanda de sobornos fortalece las redes de corrupción y socava la confianza de la población en las instituciones públicas.
- Desigualdad: Los ciudadanos con mayores recursos económicos tienen más posibilidades de obtener su documento de identidad de manera rápida y eficiente, lo que agrava las desigualdades sociales.
- Impunidad: La falta de mecanismos efectivos para denunciar y sancionar estos actos de corrupción fomenta su repetición.
El peso de la e-Tazkira: el aumento de costos y su impacto en la población
A los problemas de largas esperas y sobornos, se suma un factor adicional que agrava la situación de los ciudadanos afganos al solicitar su e-Tazkira: el aumento significativo de los costos desde el comienzo del periodo talibán. Este incremento representa una carga económica considerable para muchas familias, especialmente en un país que sufre una profunda crisis económica.
El precio de las tarjetas e-Tazkira ha pasado de 100 a 500 afganis. Si bien esta cantidad puede parecer modesta en comparación con otros países, en un contexto de alta inflación y bajos ingresos, representa un gasto significativo para muchas familias afganas.
El aumento de los costos de la e-Tazkira tiene un impacto directo en la vida de los ciudadanos afganos, al generar:
- Dificultades para acceder a servicios básicos: Las personas que no pueden pagar la e-Tazkira se ven limitadas en su acceso a servicios como la educación, la salud y la asistencia social.
- Mayor vulnerabilidad: La falta de un documento de identidad válido expone a las personas a mayores riesgos de explotación, discriminación y exclusión social.
- Desconfianza en el gobierno: El aumento de los costos de la e-Tazkira puede generar un sentimiento de desconfianza en el gobierno y en las instituciones públicas.
Desigualdades en el acceso a la e-Tazkira en zonas rurales
A los desafíos ya mencionados, se suma la desigualdad en el acceso a la e-Tazkira entre las zonas urbanas y rurales de Afganistán. La falta de centros de distribución en muchas provincias subdesarrolladas obliga a un gran número de ciudadanos a realizar largos y costosos viajes a las principales ciudades, como Kabul, para poder obtener su documento de identidad.
La distancia geográfica y la falta de infraestructura en las zonas rurales representan un obstáculo significativo para que los ciudadanos obtengan su e-Tazkira. Las consecuencias de esta situación son múltiples:
- Gastos considerables en transporte, alojamiento y alimentación, lo que representa una carga económica importante para muchas familias, especialmente para las más vulnerables.
- Los desplazamientos pueden durar varios días, lo que implica una pérdida de tiempo y productividad para los ciudadanos, especialmente para aquellos que trabajan en el sector agrícola.
- Las condiciones de las carreteras, la falta de transporte público y la inseguridad en algunas zonas dificultan aún más el acceso a los centros de distribución.
La e-Tazkira como herramienta de control
El gobierno talibán ha implementado una estrategia particular en la distribución de las e-Tazkira, priorizando las zonas fronterizas, especialmente aquellas cercanas a la disputada Línea Durand con Pakistán. Esta decisión, más allá de los aspectos logísticos, revela una clara intención política de reforzar el control y la influencia talibán en estas regiones estratégicas.
La Línea Durand, establecida por los británicos en el siglo XIX, ha sido objeto de disputa entre Afganistán y Pakistán desde entonces. La región fronteriza ha sido tradicionalmente un área de inestabilidad y ha servido como refugio para diversos grupos insurgentes. Al priorizar la distribución de las e-Tazkira en estos distritos, el gobierno talibán busca:
- Fortalecer el control territorial: Al emitir documentos de identidad a los residentes de estas zonas, el talibán consolida su autoridad y legitimidad, dificultando la actividad de grupos insurgentes y contrainteligencia.
- Facilitar la vigilancia: La e-Tazkira, con sus datos biométricos, permite al gobierno talibán llevar un registro más preciso de la población en las zonas fronterizas, facilitando la vigilancia y el control de la movilidad.
- Legitimar el control fronterizo: Al emitir documentos de identidad a los residentes de las zonas fronterizas, el talibán busca legitimar su control sobre estas áreas y reforzar su posición en las negociaciones con Pakistán.
Implicaciones políticas y humanitarias
Esta estrategia de distribución de las e-Tazkira tiene importantes implicaciones tanto a nivel político como humanitario:
- Repercusiones en las relaciones con Pakistán: La priorización de las zonas fronterizas puede intensificar las tensiones con Pakistán, que ha expresado su preocupación por la presencia de grupos insurgentes afganos en su territorio.
- Riesgos para la población civil: La emisión de documentos de identidad puede servir como una peligrosísima herramienta de control social, limitando la movilidad de la población y exponiéndola a posibles abusos por parte de las autoridades talibanes.
- Desigualdades regionales: La concentración de los esfuerzos en las zonas fronterizas puede generar desigualdades en el acceso a la e-Tazkira en otras regiones del país, agravando las tensiones existentes.
La decisión del gobierno talibán de priorizar la distribución de las e-Tazkira en las zonas fronterizas revela una estrategia política más amplia que va más allá de la simple identificación de la población. Al fortalecer su control en estas áreas estratégicas, el talibán busca consolidar su poder y legitimar su gobierno. Sin embargo, esta estrategia también plantea importantes desafíos en términos de derechos humanos, gobernanza y relaciones internacionales.
Esfuerzos de la NSIA para mejorar el acceso identificación digital afgana
Ante los desafíos expuestos en las secciones anteriores, la Autoridad Nacional de Estadísticas e Información (NSIA) ha implementado diversas iniciativas para mejorar el acceso y la distribución de la e-Tazkira en todo el territorio afgano.
Uno de los principales esfuerzos de la NSIA ha sido la expansión de su red de centros de servicio. Actualmente, se han establecido seis centros de servicio, cuatro de ellos en la capital, Kabul, y dos en las provincias de Khost y Kandahar. Estos centros ofrecen a la población un espacio físico para solicitar y obtener su e-Tazkira, así como para resolver cualquier duda o problema relacionado con el proceso.
Con el objetivo de llegar a las poblaciones más aisladas y de difícil acceso, la NSIA ha puesto en marcha un programa de equipos móviles. Estos equipos se desplazan a diferentes regiones del país, especialmente a zonas rurales y remotas, para brindar servicios de registro y emisión de e-Tazkira. Esta iniciativa resulta fundamental para reducir las distancias que deben recorrer los ciudadanos y facilitar el acceso a este documento.
Además, la NSIA tiene proyectado abrir nuevos centros de servicio en provincias subdesarrolladas como Herat, Balkh, Nangarhar y Helmand. Esta decisión responde a la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la e-Tazkira en todas las regiones del país y de reducir las desigualdades existentes.
Si bien estas iniciativas representan un paso adelante, es necesario evaluar su impacto a largo plazo. Algunos de los aspectos que deben considerarse son:
- Capacidad de respuesta: ¿Los centros de servicio y los equipos móviles tienen la capacidad para atender la demanda de la población?
- Eficiencia: ¿Los procesos de registro y emisión de la e-Tazkira se están llevando a cabo de manera eficiente y transparente?
- Accesibilidad: ¿Los centros de servicio y los equipos móviles están ubicados en lugares accesibles para la población?
- Corrupción: ¿Estos centros pueden garantizar la transparencia en todos los procesos?
- Costos: ¿El costo de implementación y mantenimiento de estos servicios es sostenible a largo plazo?
Afganistán todavía tiene un largo camino por recorrer para establecer un sistema de identificación digital fiable. La corrupción, las desigualdades, el analfabetismo y los intereses políticos impiden garantizar una mínima seguridad.