Identificación biométrica infantil en Pakistán: ¿Una nueva amenaza a la privacidad?

El 1 de enero de 2025, Pakistán implementó un sistema que recoge datos biométricos de niños entre 10 y 18 años como parte de su registro civil.

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ste nuevo sistema forma parte de una serie de reformas impulsadas por la Autoridad Nacional de Registro de Datos (National Database and Registration Authority, NADRA) y el Ministerio del Interior, con el objetivo declarado de prevenir fraudes en documentos de identidad y combatir la trata de personas. Sin embargo, esta medida, como otros proyectos de identificación masiva, genera preocupaciones éticas y de seguridad que merecen un análisis crítico. 

El nuevo sistema implementado en Pakistán para registrar los datos biométricos de niños se basa en el Certificado de registro infantil (Child Registration Certificate, CRC), también conocido como B-form. Este documento oficializa la existencia del niño en NADRA y es un requisito fundamental para acceder a otros servicios de identificación y derechos civiles. 

Requisitos y procedimiento del proyecto de identificación pakistaní 

Para obtener el CRC, los padres deben cumplir con ciertos requisitos básicos. Es obligatorio presentar una prueba de nacimiento del niño, que puede ser emitida por el Consejo Municipal (Union Council) tanto en Pakistán como en el extranjero. Además, uno de los padres debe ser titular de una Tarjeta de Identidad Nacional (NIC) o de una Tarjeta de Identidad Nacional para Pakistaníes en el Extranjero (National Identity Card for Overseas Pakistanis, NICOP). 

El registro puede realizarse mediante dos vías: 

1. Centros de Registro NADRA (NRC): Los padres deben acudir a uno de los numerosos centros distribuidos en el país para completar el proceso. Una vez allí, se asigna un turno, se captura una fotografía del niño y se registran las huellas dactilares y, si es posible, la firma. Luego, los datos son ingresados al sistema, generando un formulario que debe revisarse y validarse antes de ser entregado. Si ambos padres están presentes en el momento del registro, se capturan sus biometrías, eliminando la necesidad de atestiguar el formulario ante un funcionario público. 
2. Aplicación móvil Pak ID: Esta opción está disponible únicamente para niños menores de un año, permitiendo a los padres completar el registro de forma completamente en línea, sin necesidad de desplazarse a un centro físico. 

Futuras fases del proyecto 

Este proyecto no se limita a la recolección inicial de datos biométricos de niños entre 10 y 18 años. En las próximas fases, se ampliará la cobertura a través de registros más avanzados que incluirán biometrías de iris, huellas dactilares y rostro. Estos datos serán gestionados directamente por los Consejos Municipales. 

Además, la aplicación Pak ID será objeto de modificaciones, buscando ofrecer una experiencia eficiente para los ciudadanos. Esto incluye la automatización de procesos y la incorporación de nuevas funcionalidades que optimicen el acceso a los servicios de identificación digital. 

Riesgos y preocupaciones 

No todos los proyectos de identificación digital son iguales y poseer información transparente y concisa es esencial. La recopilación de datos biométricos de menores plantea interrogantes éticas: hasta qué punto son invasivas estas prácticas o qué significa la injerencia estatal en la vida privada a través de estos registros masivos.  

Riesgos para la privacidad infantil

Los niños no tienen la capacidad de comprender plenamente las implicaciones de ceder sus datos, lo que los hace vulnerables a decisiones que podrían afectar su privacidad a lo largo de su vida. Además, el uso de datos sensibles como las huellas dactilares y las fotos del rostro podría ser explotado por terceros, especialmente si no se implementan medidas de protección robustas. 

Vulnerabilidad a hackeos y filtraciones

La centralización de datos en NADRA incrementa el riesgo de ciberataques. Históricamente, los sistemas de identificación biométrica han sido objetivos frecuentes de hackeos. Si los datos de miles de niños fueran comprometidos, las consecuencias serían graves e irreversibles, ya que las biometrías no pueden ser modificadas como otros tipos de información. 

Uso indebido de los datos

Existe el riesgo de que los datos biométricos sean utilizados para fines distintos a los inicialmente previstos, como la vigilancia masiva. En un contexto donde la protección de datos no está completamente garantizada, esto podría llevar a una sobrerregulación y control social que limite la libertad de los menores. 

Impacto en el futuro de los niños

El registro biométrico desde una edad temprana podría tener implicaciones de largo plazo. Los niños podrían quedar permanentemente identificados por estos datos, limitando su privacidad y autonomía. Esto podría tener efectos negativos en su libertad de movimiento y oportunidades futuras, especialmente si los datos son mal gestionados o utilizados indebidamente.  

Un enfoque crítico sobre la identificación biométrica de menores 

Aunque la medida tiene objetivos lógicos como la prevención de fraudes y la trata de personas, carece de un debate público adecuado y de medidas claras para proteger los derechos de los menores. Además, se deben considerar alternativas menos invasivas para alcanzar los mismos objetivos. Los datos personales solo pueden cederse depositando el control absoluto en el usuario, incluyendo la posibilidad de eliminarlos en cualquier momento. 

Por ejemplo, el sistema podría centrarse en mejorar los controles existentes en los documentos de identidad sin recurrir a la recopilación masiva de datos biométricos. También es crucial fortalecer las leyes de protección de datos en Pakistán para garantizar que los datos biométricos no sean utilizados de manera indebida o queden expuestos a riesgos. 

El proyecto de recolección de datos biométricos en menores en Pakistán plantea una importante discusión sobre el equilibrio entre seguridad y privacidad. Si bien los objetivos declarados son loables, los riesgos asociados con la centralización de datos biométricos de menores podrían superar los beneficios. La falta de un marco regulatorio robusto, la ausencia de un debate público transparente y no apostar por la auto soberanía convierten esta medida en un tema controvertido que requiere una revisión y ajustes significativos para proteger los derechos de las generaciones futuras.